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24 Una vez que Israel acabó de matar, en el campo y en el desierto, a todos los habitantes de Ay que habían salido en su persecución —ni uno solo quedó que no cayera a filo de espada—, todo Israel se volvió sobre Ay pasando también a cuchillo a su población. 25 Perecieron aquel día todos los habitantes de Ay: un total de doce mil, entre hombres y mujeres.

26 Josué no retiró la mano que tenía extendida con el dardo hasta que fueron consagrados al exterminio todos los habitantes de Ay.

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